Que residuos dispuestos para ser depositados como inutilizables, puedan ser reconocido como activos ambientales por la empresa.
Que el impacto ambiental negativo y de costo que significa el acopio al no descomponer fácilmente esos residuos, se vería mitigado con su retiro y reutilización.
Que las toneladas de CO2 que deje de emitir a la atmósfera pueden ser vendidos en el mercado formal del carbono, que medidos en toneladas de CO2, valoran su equivalencia en certificados de emisiones reducidas (CER).
Que al centrar los esfuerzos en la reducción de emisiones atribuibles a nuestros equipos y a los de terceros, el porcentaje de las emisiones que se contabilicen como disminución, dará viabilidad a la continuidad empresarial.